1) PAGOS GLOBALES:
El sistema más usado es el SWIFT, que tiene un riguroso protocolo. El problema es la liquidación, que puede tardar hasta 4 días.
Algunas empresas no pueden esperar tanto, y se endeudan a muy corto plazo, pagando altos intereses.
Las blockchain públicas más populares son bitcoin y ethereum, donde cualquiera puede ser parte del sistema. Cualquier persona puede enviar dinero a cualquier lugar con una liquidación máxima de 60 minutos y coste reducido.
Esto tiene especial valor y aporta mucha seguridad en países con moneda devaluada, mucha población “desbancarizada” o con un sistema financiero de dudosa seguridad.
El problema de las criptomonedas no es el sistema de intercambio y si verificación, sino la seguridad de los “monederos”.
La blockchain privada más usada es Ripple, especializados en pagos internacionales interbancarios. Aunque es un sistema abierto donde cualquiera puede participar, para hacerlo como proveedor de liquidez se necesita autorización de Ripple.
Ripple tiene una velocidad de transacción de apenas unos ¡10 segundos!
2) PAGOS GLOBALES:
Como ya hemos visto hay muchos tiempos muertos en los diferentes procesos de transacción, e incertidumbre en que una de las partes no cumpla con el envío y pago.
Con la tecnología Blockchain, además de la reducción de tiempo (al hacer pagos en tiempo real), y existir contratos inteligentes
(En construcción)
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